Al norte de la ciudad capital de Quito en la carretera que va a Calacali, se encuentra un cráter volcánico extinto poblado. Las nubes se acumulan por el cráter lo cual le da un efecto misterioso para unas fotos geniales. Es un lugar relajante y mágico lo cual es el contrario de la vida acelerada de la ciudad que queda a menos de una hora de viaje de ahí. Debido a su proximidad con la ciudad, es posible visitar Pululahua tomando un bus. Cualquier bus con dirección a la ‘Mitad del Mundo’ te llevara aquí y es la última parada entonces no te puedes perder. En Uber1 podrías llegar más rápido y este servicio es medio barato en Quito. No hay tarifa de entrada para visitar este parque nacional, simplemente tienes que presentar tu identificación y registrarte con el guardia ahí. En la entrada, hay varias tiendas donde se puede comprar recuerdos y snacks. También hay un mirador al final del camino donde hay varias personas tomando fotos. La mayoría de la gente toma un par de fotos y luego se va, sin embargo, también es posible bajar por un sendero al pueblo donde hay algunos hospedajes para pasar la noche.
Después de salir del parque nacional, hay un museo interesante en el camino a la calle principal. El museo Templo del Sol es un complejo privado construido por un artista famoso Ecuatoriano. La entrada cuesta tan solo 3 USD2 y vale la pena visitarlo cuando estas ahí. Los tours empiezan cada 20-30 minutos y primero la guía nos contó de los efectos de estar en latitud 0 longitud 0. Nos invitaron a los turistas a participar en unos experimentos y también nos cuentan de los indígenas de la región. En el tour también nos dan muestras de unos aceites y esencias naturales y nos indican para que se los puede usar. También nos enseñaron los efectos de unas piedras lo cuales siguen siendo usadas por los indígenas. De ahí la guía nos llevo por el museo y nos indico las obras de arte más notables del artista antes de terminar el tour con un canelazo en la cafetería. En fin, fue una experiencia interesante donde aprendimos mucho.