Ubicado en las faldas de las montañas volcánicas gemelas Los Ilinizas, la cascada y termas de Cunuyacu están a unas 2 horas en carro saliendo desde Quito. Estos destinos son poco conocidos para turismo y un poco apartado de las calles principales. Para llegar, primero hay que llegar a la Reserva Ecológica que se puede entrar por una calle de tierra en San Juan de Pastocalle después de salir de la carretera Panamericana. Hay un letrero turístico grande a la entrada de la calle que no te lo puedes perder. El día anterior había llovido entonces la calle estaba un poco enlodada. Fuimos en un carro grande tipo SUV y logramos atravesar la mayor parte sin problemas. Solo hubo una parte donde había una roca grande donde los pasajeros nos bajamos para que puede subir el carro.
Llegamos al parqueadero alrededor de las 7.30 AM, y aunque podíamos seguir por la calle, decidimos dejar los carros ahí porque la calle no mejoraba. De ahí empezamos la caminata, y después de unos minutos, llegamos a la entrada que tenia un rotulo de bienvenido. Aquí la calle estaba cerra para los vehículos. También hay una casa aquí y yo había leído anteriormente que hay alguien que vive en la zona quien ofrece transporte. Sin embargo llegamos bien temprano y parecía que nadie estaba ahí, entonces cruzamos la barrera y continuamos la caminata. A partir de este punto, la calle empeoro y había huecos grandes y rocas. Solo un vehículo tipo 4x4 hubiese podido subir, pero para una caminata, la calle estuvo bien. Tardamos alrededor de 1 hora en llegar a un mirador donde empieza el sendero.
El sendero primero baja al río donde hay un pequeño puente de madera. El camino estaba bien enlodado entonces hay que bajar con cuidado porque hay partes que son bien resbalosas. Después de cruzar el puente, el sendero se divide en 2 donde una ruta va a la cascada y la otra va a las termas. El sendero esta bien señalizado entonces es fácil seguir las rutas sin perderte. Primero seguimos la ruta para la cascada y llegamos en unos 10 minutos. La cascada no es muy grande, pero lo que resalta es su color rojo/naranja. El color es debido a los minerales volcánicos que han pintado las rocas de color rojo. El color del agua es cristalina y no tiene el mal olor que normalmente producen los minerales volcánicos. Logramos acercarnos a la cascada para tomar unas gran fotos. Para acercarte a la cascada hay que cruzar el riachuelo donde hay unas rocas resbalosas. Es buena idea llevar zapatos o botas de agua pero no necesario. Fuimos las únicas personas en la cascada y tampoco nos cruzamos con otros grupos. Pasamos unos 20 minutos tomando fotos antes de continuar a las termas.
Primero regresamos por el sendero hasta regresar al puente de madera. De ahí seguimos la otra ruta señalizada para llegar a las termas. En el camino pasamos por un bosque místico de arboles Polylepis. En Ecuador se les conoce como el Árbol de Papel debido a su apariencia de que se esta pelando como hojas de papel. Este sendero es un poco más largo y llegamos a las termas después de unos 20 minutos. Una vez más fuimos las únicas personas ahí y teníamos todos el lugar para nosotros. Las termas es solo una pequeña piscina natural donde han puesto sacos de arena para contener el agua. La temperatura del agua es tibia, no caliente, pero es más refrescante después de la caminata. Aquí si se puede oler los minerales, pero el olor no es muy fuerte y es soportable. Lo destacado de este lugar es la vista porque la piscina es como un balcón en la montaña con la vista del paisaje. Mientras estuvimos ahí estaba nublado entonces no pudimos ver mucho del paisaje, pero fue un buen lugar para relajarse. Nos quedamos aquí alrededor de una hora cuando empezó a chispear, entonces decidimos bajar antes de que caiga un aguacero.
Fue una experiencia increíble abundante de naturaleza y espectacular para un viaje de un día desde la capital. La caminata en si fue ligera y solo un poco agotador debido a la altura de más de 4000 metros. Si vas un poco mas tarde en el día, el servicio de transporte te ahorraría la caminata de 1 hora inicial. También fue bueno tener el lugar entero para nuestro grupo sin tener que lidiar con multitudes de turistas.