El último día que pasamos en Siem Reap, arrendamos un carro con chofer quien nos ofreció llevarnos a la Montaña de Kulen, Prasat Beng Mealea, y Prasat Bakong por 65 USD1 . Esta opción es mejor en grupo para dividir el costo, sin embargo, también hay tours en grupo a estos lugares, pero no había un solo tour con todos estos sitios. Nuestro chofer nos recogió por las 8.20 AM y primero nos dirigimos hacia la Montaña de Kulen. Por las 9 AM, el chofer nos preguntó si queríamos hacer una parada para probar un desayuno típico camboyano. Le dijimos que si y paramos en un paradero de comidas. Él nos recomendó la sopa de fideo con chancho o la sopa de fideo con pescado. Ambos son hechos con hierba de limón con un costo de 1.50 USD y estaban muy deliciosas. Acabamos de desayunar por las 9.20 AM y continuamos otra hora a la Montaña de Kulen. Al entrar al parque nacional, hay una boletería y las entradas cuestan 20 USD por persona. Los últimos 20 minutos de viaje son de subido por calles angostas de tierra en la montaña. Hay unos guardias del parque que ayudan a dirigir el tráfico por estas calles. Nuestra primera parada fue las Baldosas de 1000 Lingas que son baldosas talladas en la roca de base del río. El chofer nos contó la historia sobre las baldosas y de ahí camínanos unos 5 minutos por el río a un pozo de agua. Cuando fuimos estaba seca y el chofer nos dijo que se llena en la época de monzón. El agua del pozo es considerada agua bendita porque consideran que la Montaña es un lugar bendito.
Luego nos regresamos al carro y continuamos unos 5 minutos a un parqueadero para visitar el templo de Buda Reclinado. Caminamos unos 5-10 minutos desde el parqueadero pasando un mercado y subiendo unas gradas. En el camino, hay unas personas que tienen fajos de billetes de baja denominación para poder cambiar si quieres hacer donaciones en los templos. En este lugar, hay varios altares de los hindús y los budistas. Hay un área con jaulas pequeñas para guardar los zapatos porque si quieres entrar a un templo tienes que estar descalzo. Los templos han sido construidos en medio de rocas y el Buda Reclinado está tallado en la roca más grande. Subimos unos 4-5 pisos de gradas para llegar la cima y había una pequeña fila de gente esperando para visitar al Buda. Desde el tope, también se tiene una buena vista del parque nacional y un pequeño pueblo dentro del parque. La mayoría de las personas que visitan este lugar son de los pueblos cercanos que vienen practicar su religión, pero si hay unos turistas también que visitan el área.
Después de tomar unas fotos, bajamos de regreso al carro y continuamos unos minutos a otro parqueadero para visitar la cascada. Caminando desde el parqueadero pasamos un mercado y llegamos la plataforma superior de la cascada. Aquí hay una cascada pequeña de unos 5 metros y un río poco profundo donde se puede bañar. Hay un sendero que va por detrás para bajar a la cascada grande. Son unos 10 minutos de caminata y al final hay una cubierta con un columpio con vistas de la cascada. Los dueños cobran el uso del columpio si quieres una foto. También hay unos casilleros que se puede arrendar para dejar tus cosas mientras te metes al río. Nosotros dejamos nuestras cosas con el chofer y nos metimos al agua. El río es refrescante, pero hay bastantes peces pequeños, aunque a nosotros no nos estorbaba eso. Hay varias rocas grandes en el río que se pueden trepar para tomar fotos con la cascada. Algunas personas hasta se subieron en las rocas en la base de la cascada. Hay que tener cuidado en el río porque el agua oscura entonces no se puede ver unas rocas pequeñas. La cascada fue un destino relajante y algo diferente que los tours de los templos. Cuando acabamos, nos fuimos al carro y empezamos el viaje a Prasat Beng Mealea.
No hicimos 1 hora y 15 minutos a las ruinas del templo de Beng Mealea. El chofer nos dejó en la entrada principal y nos dijo que nos iba esperar en el parqueadero que queda al otro extremo. Las entradas cuestan 5 USD por persona y eres libre de ir por todo el sitio. El lugar es grande y la mayoría de las ruinas están intactas sin restauraciones. Hay senderos y puentes para caminar por el sitio, pero la experiencia se siente como que ser la primera persona en descubrir las ruinas. También no hay muchos turistas aquí entonces es más fácil tomar fotos. Caminamos por las ruinas por unos 30 minutos antes de ir a la salida a encontrarnos con nuestro chofer.
El último destino de nuestro viaje era Prasat Bakong. Este lugar está a unos 30 minutos de Siem Reap y 1 hora de Beng Mealea. Estas ruinas también son parte de Angkor entonces si ya compraste la entrada de Angkor Wat como nosotros, entonces no hace falta que compres otra entrada. Hay varios templos en el área, pero el templo principal es el de Bakong. El templo tiene forma de pirámide con varios niveles y tiene decoraciones talladas en sus piedras. También hicimos una visita breve al templo más pequeño de Preah Koh que puede ser identificado por sus 3 torres. De ahí nos fuimos de regreso a Siem Reap y nuestro chofer nos pasó dejando en nuestro hotel.