Los pueblos más cercanos a los acantilados son Seaford y Eastbourne. Ambos tienen estaciones de tren con servicio saliendo de Londres y el viaje en tren tarda alrededor de 2 horas. Decidimos ir a Seaford en carro que también es un viaje de 2 horas. El lugar es un sitio turístico muy popular entonces el parqueadero al lado de la playa se sabe llenar bien pronto. Hay varios quioscos en la playa de piedras para comprar snacks, bebidas, y helados. Cuando fuimos hizo un poco de frio, entonces no había mucha gente que se metía al mar porque el agua estaba helada. Hay un camino que va por lo largo de la playa donde también hay unas casetas de colores por lo cual es bonito para caminar.
El camino va al inicio del sendero en Seaford Head West que va hacia los acantilados blancos. El camino de subida al primer acantilado es empinado entonces nos cansamos un poco. El resto del sentero es más facil y plano. No hay barreras en los filos de los acantilados y hay rotulos de advertencia que el suelo en los filos puede ser inestable. Entonces es mejor alejarse del filo y siempre hay que cuidar de los niños. La vista es espectacular a lo largo del sendero, y puedes recoger unas piedras de tiza blanca en el camino.
Seguimos el sendero por alrededor de una hora hasta llegar al mirador de los acantilados blancos de Seven Sisters. Desde este mirador, se puede apreciar una vista panorámica de los acantilados. Se puede continuar hasta llegar a los acantilados de Seven Sisters, pero decidimos regresar a Seaford para tener tiempo para hacer una breve parada en Brighton que está a unos 30 minutos en carro.